Tras leer la carta del profesor de Leonardo Haberkorn, no he podido más que sentirme identificado con sus afirmaciones.
Me permito copiar sus palabras:
«Me cansé de estar hablando de asuntos que a mí me apasionan ante
muchachos que no pueden despegar la vista de un teléfono que no cesa
de recibir selfies.
Claro, es cierto, no todos son así.
Pero cada vez son más.
Hasta hace tres o cuatro años la exhortación a dejar el teléfono de
lado durante 90 minutos –aunque más no fuera para no ser maleducados–
todavía tenía algún efecto. Ya no. Puede ser que sea yo, que me haya
desgastado demasiado en el combate. O que esté haciendo algo mal. Pero
hay algo cierto: muchos de estos chicos no tienen conciencia de lo
ofensivo e hiriente que es lo que hacen.»
Es cierto, no siempre son teléfonos móviles, pueden ser musarañas o como lo queramos denominar. Llevo desde el año 98 impartiendo clases de fotografía. El desinterés de muchos alumnos hace que nuestra pasión por la fotografía la dejemos guardada en nuestro sentimiento. Hablar, intentar enseñar la comunicación, la belleza, la técnica, ha ido decayendo año tras año.
Exposiciones, libros, películas, publicidad, pasear tal cual nos enseñaba Sergio Larrain en esa maravillosa carta que escribió a su sobrino, han quedado en nada, en píxeles, en ¿cuál es la mejor cámara?, en Photoshop, en olvidar el momento decisivo de Cartier-Bresson, en no inmutarse ante las maravillosas imágenes de cientos de fotógrafos, conocidos y desconocidos….
«Conectar a gente tan desinformada con el periodismo es complicado. Es
como enseñar botánica a alguien que viene de un planeta donde no
existen los vegetales.
Que la incultura, el desinterés y la ajenidad no les nacieron solos.
Que les fueron matando la curiosidad y que, con cada maestra que dejó
de corregirles las faltas de ortografía, les enseñaron que todo da más
o menos lo mismo.»
Todo viene de antiguo. Muchos de los que me conocéis, habéis soportado mis charlas, mis preocupaciones sobre el modelo educativo. Siempre he dicho: Hay alguien que lo está haciendo muy bien, están consiguiendo que la gente no piense. Corrijo: Hay alguien que lo ha hecho muy bien.
La fotografía está en crisis, pero lo más preocupante, es que la imaginación, el arte y la creatividad están en crisis.
Afortunadamente no son todos así. Alumnos de cursos anteriores siguen en la brecha, peleando, luchando, buscando su hueco. Sigo sus trabajos y sus quehaceres, ellos me siguen, hablamos y vemos. Sabéis quienes sois, no voy a nombrar a ninguno por el temor de olvidar a alguien. Pero gracias por vuestro trabajo y vuestro futuro.
Como se decía en Mayo del 68: La imaginación al poder…. o el poder de la imaginación.