La dispersión en la fotografía © Jon Eztala

Hace mucho tiempo que no tengo ninguna entrada en mi blog. Hace mucho tiempo que ando buscando, más bien encontrándome.

Me disperso, no encuentro el camino. Cierto es que en este mundo de locos, más bien de estúpidos, hemos hecho todos un sálvese quien pueda. Yo no he renegado de la fotografía, pero si es cierto que me cuesta, más bien me costaba tomar imágenes; me costaba coger la cámara; no había ilusión, y sin ilusión no hay fotos que merezcan la pena.

Muchos se han quedado en el camino, yo, a trancas y barrancas, he seguido en el camino, muchas veces parado en la cuneta, solo, acompañado, pero viendo a la gente sin alegría. Este deambular por el tiempo, tomando instantáneas por el mero hecho del comercio (que es de lo que como), me había dejado inerte.

Pues bien, hace poco tiempo decidí, que sí, que no es lo que más me apetece, pero vamos a darle una vuelta de tuerca, vamos a hacerlo diferente. Poco a poco, he ido incorporando a esta fotografía inanimada, un toque más personal, un contarlo a mi manera, y de momento va dando resultado, contar las cosas de otra manera; los clientes están satisfechos y yo más animado, ya que mi diálogo es más personal.

Ahora me marco otros rumbos, otros quehaceres en el mundo de la fotografía. Poco a poco, paso a paso, abrir puertas de una en una. Varias sendas que recorrer, y mucho por decir.

Gracias por vuestra paciencia.